28.2.12

14. Próxima estación; Ruptura.


Abrir nuestro archivo emocional cuando estamos frente a una situación complicada es algo útil y necesario. Más cuando no se está seguro de dar un paso firme, y se teme darlo en falso complicando las cosas. Es común que notemos incertidumbre cuando caminamos por las redes del amor. Si nos vemos metidos en una relación de aquellas que llenan currículo, pero no nuestro corazón. 


Podemos soñar que vamos muy lejos. Pero por más que nos alejemos siempre llegara un momento en el que nos paremos a meditar. Preguntarse a donde va todo aquello que nos afecta, su posible evolución. En cuestiones de amor siempre será licito preguntarse; ¿Hay vida suficiente para encontrar a alguien que nos haga sentir únicos?  Las señales siempre se han mostrado confusas para responder preguntas tan trascendentales. Más si no hay garantía escrita y firmada de que hayamos encontrado el verdadero amor, al compañero definitivo. En el supuesto caso que este exista como tal. 


Ha sido siempre habitual frente al planteamiento de las relaciones unilaterales. Cuando dos personas no se quieren con la misma intensidad, cuando es secreto a voces de que en toda pareja hay uno que quiere más que el otro, se hace latente. Cuando una pareja no es dual también ha de ser considerado Amor No Correspondido.


Si vemos que estamos invirtiendo en algo u alguien que no se entrega tanto como lo hacemos nosotros, terminara naciendo el pensamiento negativo. Y este siempre termina atrayendo y potenciando todavía más dolor. 


La comunicación es una herramienta clave para estos casos. Hablar es compartir. Hacerlo  sin miedo constatar que los posibles malos entendidos no sean fruto de nuestro carácter paranoico. Las charlas de tú a tú con nuestra pareja tienden a despertar y mejorar la confianza mutua. Sobretodo si se hace con ellas un poco de balance diario, sin esperar una gran tragedia para sentarse a hablar seriamente por primera vez. 


Posiblemente la confianza total mine esa ilusión de ser sinceros al 100% con nuestra pareja. Eso es algo que solo va a funcionar entre parejas previamente libertinas. Cuando ya es es pactado que nada va a romper ese amor común, y las infidelidades tienen luz verde. 


Normalmente ser sinceros completamente haga enfurecer a nuestra pareja. Y es que cuando uno de los dos habla demasiado se puede llegar a destruir la parcela negativa que son los celos y que inexplicablemente mantienen vivas un gran porcentaje de relaciones. 


Si finalmente dos personas deciden que no pueden o no quieren perder más tiempo juntas es el momento de hablar de ruptura. Las hay amistosas, cobardes, innecesarias y forzadas. Cada ruptura es un mundo, y como tal exige su propia cuarentena emocional. Cortar es cortar. Eliminar bloquear y superar todo abismo de pasado va a ser un premio a nuestra salud mental. Alejarse de la otra persona es fundamental para que no salgan excusas, arrepentimientos y burdos intentos de volver.


''Una ex pareja no es amiga. Ni lo va a ser por mucho tiempo que pase ¿A caso guardamos enmarcadas las sobras de la cena de ayer? Por muy deliciosa que está fuera, ahora (ya) es basura. Y la basura debe sacarse a la calle para que un camión la haga desaparecer'' 


También común antes de una ruptura es sentir miedo. El miedo a las consecuencias y los cambios que comporten tras su llegada. Para muchas personas la incomodidad de despedir a alguien les haga sentir confusos. Por ello ralentizan las cosas, con la vaga esperanza que todo pueda mejorar. Eso no significa que no quieran salir de una cárcel sentimental, pero se les suele hacer (tan) cuesta arriba que resulta más cómodo quedarse igual de mal. 


Sufrir no aporta nada. Si después de hacer balance las cosas malas superan las buenas, debería ser decisivo. Tanto como cuando la estima se ha marchitado, y ya no queremos ni reconocemos a quien tenemos al lado. Torturarse no sirve mucho. Vivir preguntándonos si hacemos bien o mal es ya una manera de reconocer que todo lo construido se está derrumbando. 


Después de una ruptura nadie asume que sea algo rápido, pero es entonces cuando debería uno darse cuenta que ha llegado el momento de sentirse realizado. Saber que se ha conseguido en la etapa monógama, analizando sin llegar al auto cuestionamiento. En el inicio de la nueva etapa es la experiencia acumulada la que utilizaremos como estimulo. 


Es posible sentirse realizado tras una ruptura, por más que sean fuertes las ganas de llorar o pasarse el día en la penumbra de nuestra cama solitaria. 


Todavía hoy la soledad es considerada una lacra, un estigma. No debería verse como una maldición vivir crecer y evolucionar sin tener pareja al lado. Eso tal vez nos ayuda a ser mejores parejas en un futuro. Asumir que no somos perfectos es sano y necesario. Es entonces cuando logramos comprender los errores y encontrar motivos para mejorar. 


Después de una ruptura ¿Existen las segundas oportunidades para uno mismo? 


Todavía hoy resulta complicado conllevar todas las facetas que completan nuestra personalidad. Pero cuando rozamos la plenitud comprendiendo que no todo está en nuestras manos, es entonces cuando se logra el placer de saber que hemos ganado el reconocimiento de nuestro entorno. Nuestro propio reconocimiento. 


''Lo mejor de las rupturas suele ser el reencuentro con nuestro anterior vida. También las personas interesantes que se conocen al estar sin ningún tipo de atadura. Debería existir un código estipulado para denominar lo importante son las personas que llegan a nuestras vidas cuando estamos en horas bajas. Incluso para aquellas personas que viven soportando la espera de algo que ni siquiera saben si va a llegar finalmente''


Queda claro que martirizarse tras una ruptura solo reduce las posibilidades de ver conocer y desarrollar nuevos horizontes. Son muchas las cosas que perdemos al decir Nunca. Aunque sea sensato y justo saber decirlo a tiempo. Y es que NUNCA se ha convertido en profilaxis emocional y personal cuando empezamos a despegar como solteros. Englobar el miedo y escudarse tras el ''Nunca más'' acumula ignorancia, es una idea cobarde y trasnochada. 




Desde que la vida es vida, desde el momento en el que el tiempo dio el pistoletazo de salida; Que las rupturas han sido amigas del dolor. Un dolor abstracto que supone reconocer que si las cosas se hicieron bien, y ese adiós no es un simulacro de ruptura mañana vamos a estar solos.Por todos es sabido que cuando dos personas se distancian es por un motivo u otro. Más allá de ese afán absurdo de querer encontrar culpables, vencidos y vencedores. Las rupturas no son agradables, siempre y cuando este no se transforme en fruto de una fuerza mayor como maltrato, engaño y manipulación.


''A fin de cuentas el amor es como esa crema antiedad que debería aplicarse todas las noches, por más que nuestra piel luzca perfecta y que suele estar sin desprecintar ignorando que cuando vayamos a necesitarla esté ya caducada'' 


Una ruptura es cambio de rumbo con salida a izquierda y derecha. Norte y sur. Vértice y bocacalle. Es tener hoy y añorar mañana. Una ruptura es la destinación a donde se llega tras un viaje sin billete. Tan bohemio como dejarse llevar es la seguridad de saber a donde se está caminando. Aburrido es planearlo todo, y peligroso no informarte si la pareja que camina de tu mano tiene en mente el mismo destino que nosotros. 


Convertida en una mala señal, significativa para valorar que algo no va bien, la auto indulgencia es hoy peor remedio que enfermedad. Mentirse ha devenido una técnica sutil para encontrar a corto plazo un motivo que nos aleje de la seguridad de estar con la mierda por los tobillos.Todavía hoy frente a una infidelidad contrastada nos permitimos mirar hacía otro lado. Sabiendo que si plantamos cara todo lo maravilloso conseguido hasta el momento puede parecer un espejismo.


Me pregunto hasta que punto somos capaces de aguantar dolor. La mayoría de las veces es el orgullo personal el que nos impide asumir que hemos fracasado, que nos han tomado el pelo, que estamos en la cima de una montaña de la que no sabremos bajar. La idea de la carretera y manta es poco tenida en cuenta cuando las situaciones de desamparo nos esperan a la vuelta de la esquina. 

21.2.12

13. En el mejor de los casos ¿Amor?

Llega un momento en la vida en la que uno termina con papel y bolígrafo. Es sano analizar todo aquello que nos volvío cínicos. Incluso puede ser divertido, sobretodo cuando se es fóbico al compromiso y en lugar de un anillo va dejando como recuerdo el contagio de ladillas.


Aunque poco atractiva, la idea de llegar a la vejez sin haber conocido al amor de nuestra vida, resulta también viable. Creo firmemente en ello. Curiosamente no asocio dicho resultado a una persona cínica y taciturna. Lo veo más propio de gente adulta que se ahorra sufrir por amor y dedican su tiempo a viajar, comprar, contemplar arte y darle prioridad al ocio. También eso es junto al matrimonio, los hijos y una hipoteca sin exagerados intereses, contemplantivo. Lo llamaría otro tipo de grandes amores. Teorías apocalípticas han resumido que mientras vivimos son dos las únicas oportunidades para conocer y encontrar al verdadero amor. Así de simple. Uno, y dos. Dos únicos grandes amores. El que juega y el que espera en el banquillo. Suponemos que los demás son lineas perdidas en un bingo al que no nos apetece jugar.


La soledad es tal vez la peste bubónica contemporánea. La soledad es tuberculosis en tiempos del romanticismo. Y entre amores malditos y romances de ultratumba, la soledad parece estar pintada como otra lacra social


Estar solo no debería suponer sinónimo de fracaso. Porque estar solo es algo que a fin de cuentas no se elige, aunque si se pueda llegar a mantener. Por todos es sabido que estar solo es una opción personal más. Por muy cruel que suponga entonces saber que mientras se esté solo,  otros disfrutaran del amor, y este va a seguir envolviendo todo lo que nos rodee.  


Hay ocasiones en las que sentimos la necesidad de estar acompañados. Un sentimiento fugaz que nos señala la soledad como algo que debería ser escondido. Propio de barriadas marginales, sidosos y proxenetas. Estoy seguro que incluso la persona más acérrima al compromiso ha sentido esa llamada. La monogamia está demasiado mitificada. Es para muchos una meta. Sospecho que el error reside en creer que al llegar a la meta ya podremos descansar.


Lo que muchos ignoran es que la vida no tiene descansos ni áreas de servicio. No es contemplativo relajarse. Y es que la vida va de conducir sin rumbo, teniendo que confiar en extraños autoestopistas, y sin caer rendidos por el sueño. Porque al mando del amor, al igual que en la carretera, un volantazo nos puede dejar fuera de servicio. Y en el mejor de los accidentes una grúa nos ayudaría, pero en la vida esa grúa ha de ser la confianza en uno mismo frente a las adversidades. Capaz de remolcar cualquier corazón siniestro y marcharse sin mirar atrás. 


Ser superficial podría ser mantenido como una alternativa para no caer en amores absurdos. Sobretodo si lo basamos en el materialismo y las compras por impulso. Y es que en realidad;


''No es abismal esa diferencia entre los bolsos de lujo y el amor de nuestra vida; Ambos llegan presentados con sus instrucciones de cuidado y uso. Envueltos en papel satinado dentro de una caja con letras brillantes. Hay amores con listas de espera de hasta toda una vida, los hay hechos a medida o por encargo expreso. Cuando caen en nuestras manos es mejor que los aseguremos, aún y así vivimos con ese miedo a que nos los quiten. Después está ese amor que por más que lo admiremos no deja de estar tras un cristal blindado, haciéndonos saber que nunca vamos a tener suficiente dinero en esta vida para conseguirlo y poder pasearnos con él del brazo a la vista de propios y extraños''


Para mi todo es mucho más fácil. La gratitud nos empuja a ser el centro de muchas cosas buenas. Soy la misma persona cínica diciendo esto, pero confío en que dar gracias al universo va a traerme cosas buenas, ya sean firmadas por Louis Vuitton, o un tal Cupido. Y es que La gratitud debería ser constante cuando de relaciones sentimentales se trate. Dejar a un lado la mayor posibilidad de ser queridos cuando somos amables y humildes con nuestro entorno. La gratitud se ha ido convirtiendo en asignatura pendiente para gente que grita y humilla. No hay amor para aquellos que no lo merezcan, porque a fin de cuentas el amor es efímero. Lo único que reside para siempre es el mensaje tallado en el banco del parque rezando Amor incondicional bajo nuestras iniciales. Con el paso de los años las posibilidades de morir junto a quien queremos se irán disolviendo. Las manías personales, el egoísmo y los celos han sido y serán responsables de rupturas que ya se anunciaron en letras de neón.



Al haber sinceridad el agradecimiento es inmediato. Como lo son tambien la lucha y el sacrificio frente a una relación en la que hemos invertido todos nuestros ahorros emocionales (y porque no, monetarios) y vemos incredulos y sufridos como todo va a la deriva cual tragedia titánica. Muchas ocasiones la literatura y el cine nos  vienen mostrando una percepción errónea del amor y los sentimientos. En la vida todo suele ser más gris, tampoco hay créditos finales que ver entre lágrimas de emoción.


Es duro asumirlo. Pero no hay caza talentos que nos ilustren con un amor desconocido y lleno de talento. No existen caza recompensas que viajen alrededor el mundo en búsqueda del amor escondido por los Nazis. Con un poco de suerte, nuestro amor va a estar en un retrete sucio y lleno de mierda. Donde nos tocará a nosotros mismos levantarnos los puños de la camisa, para meter la mano hasta el fondo. Puede que nos entren nauseas, pero iremos consiguiendo algo que con suerte no esté demasiado disuelto por el ácido de nuestros vómitos pasados. Me pregunto si el mismo Amor tiene existencias limitadas. Si hay un almacén o varias naves industriales llenas de amor. Me pregunto si el amor de alguien rico vale más que el de alguien insolvente. Quisiera saber cuantas instancias se deben rellenar antes de que nos entreguen al amor de nuestra vida. Saber si la burocracia es igual de aburrida para obtener un corazón. Si el amor es tan injusto como la justicia, o si son necesarios códigos de barras para entrar el el sorteo de un amor que  me llegue a casa por paquete postal antes de 15 días laborables.


''El Amor que ayer fue cuestión de azar y destino ha terminado convertido en escasez. Hoy en día el amor es ya un producto de lujo en manos de continente Africano''  


Imagino que pudiéramos caminar y ver a esa persona que va a cambiar nuestra vida anunciada en una marquesina de autobús, ojear y en las páginas centrales del Harper's BAZAAR de Marzo ver su número personal.  Aunque por esta absurda e hipotética regla de tres puede que el amor de nuestra vida esté donde menos lo esperamos, esté sentado ¿A nuestro lado?